jueves, 24 de febrero de 2011

Como mejorar la agricultura forrajera en tiempo de crisis


COMO MEJORAR LA AGRICULTURA FORRAJERA
 EN TIEMPOS DE CRISIS
INSERGAN; C.A.  &  Ing. Luís E. Mancilla. MSc. PhD.
inserganca@gmail.com, 0273 – 414.78.03 / 0414 – 569.72.90 / 0414 – 568.75.13

          Cuando se habla de crisis en la agricultura forrajera, significa  que existen algunos elementos que afectan el equilibrio en el sistema clima – suelo – planta – animal – hombre. Cuando la crisis está relacionada al clima, significa que hay una variación en la distribución de las precipitaciones, temperatura, humedad relativa, viento, luz, radiación solar durante el año en cada región, y repercute directamente en la agricultura y cualquier otra actividad que dependa de estos factores. Tomando como referencia a la agricultura forrajera, estas variaciones afectan el desarrollo de las especies: gramíneas, leguminosas forrajeras, plantas arbustivas y leñosas perennes que son utilizadas para la alimentación de animales herbívoros. Las fluctuaciones del clima afectan de manera negativa a estas especies, creando épocas de déficit de oferta de materia vegetal (lo que conoce como oferta forrajera) sobre todo en aquellas regiones donde se tienen seis meses de sequía como es el caso de la región de los llanos occidentales, en donde se encuentran los Estado Barinas, Portuguesa, Cojedes y Apure. El déficit de oferta forrajera se hace más acentuado sí además de la influencia del clima se le añade el  manejo del pastoreo.

          Otro elemento crítico son las condiciones suelo – planta por la estrecha relación que existen entre estos dos elementos,  donde las condiciones más específicamente las relacionadas a la fertilidad natural. En Venezuela existen 52 millones hectáreas con características de acidez e infertilidad, que conforman el panorama de la agricultura en Venezuela. Debido a la baja fertilidad que estos suelos presentan, los cultivos que han respondido mejor a esta condición son los pastos y forrajes que constituyen la llamada Agricultura Forrajera.

          La agricultura forrajera, se ha tenido que desarrollar en estos suelos cuya característica resaltante es la limitación de los niveles de macro minerales; Nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, problemas críticos de micro minerales: cobalto, boro, selenio, cobre, zinc y molibdeno. En muchos casos existen excesos de manganeso y hierro. Este último micro elemento (hierro) por las frecuentes fluctuaciones en el nivel freático se transforma de oxido ferroso a férrico que es lo que se conoce como piedra de hierro o ripio.

          Ante esta situación de los suelos,  no queda otra alternativa que establecer especies de gramíneas y  leguminosas que se adapten a condiciones de baja fertilidad natural tal es el caso de  las gramíneas del genero de las Brachiarias (B. humidícola, B. dictyoneura, B, decumbens, B. ruziziensis) pasto sabanero (Andropogon gayanus), las cuales se adaptan muy bien y son pocos exigentes a la fertilización. Con la implementación de un plan estratégico de fertilización y el uso de maquinaria agrícola, fácilmente se pueden corregir las condiciones de fertilidad y mejorar la estructura del suelo. Con 300 kg de FOSFOPODER por hectárea, 150 kg de Urea/ha y 50 kg de Cloruro de potasio por hectárea con una frecuencia de  aplicaciones de cada dos años y el uso del subsolador (preferiblemente) o con rastra de disco en caso de no tener subsolador se pueden lograr resultados satisfactorios.

No se debe olvidar que fertilizar las gramíneas forrajeras significa devolver al suelo lo que extraen los animales durante el pastoreo, debido a que el reciclaje por parte de las deyecciones sólidas (bosta) y líquidas (orina) es mínimo. Peor que hace el productor pecuario, en la generalidad de los casos es: no fertilizar porque lo considera costoso e innecesario la decir que la paja se da sola. Esta concepción no les ha dado resultados, aun cuando no lo quieran aceptar. Pues bien, muchas veces establecen el área de pastoreo con gramíneas introducidas y cuando las ven con cierta población uniforme a los cuatro meses le sueltan el ganado para pastoreo. Esto hace que el ganado durante el pastoreo al encontrara el suelo suelto por la preparación para la siembra, se forma hoyancales y una buena parte de las plantas son arrancadas durante la mordida. Esto pasa porque la gramínea no ha terminado su desarrollo vegetativo y tampoco a terminado de consolidar el desarrollo del sistema radical. A esto se le une el suelo suelto por lo que se pierde gran parte de la población de gramíneas recién establecidas. Por lo tanto, amigo productor, si va ha establecer una superficie de gramínea forrajera debe programar el área para determinado rebaño y ubicar donde se encuentra el bebedero sea natural o por tanquilla. Por ejemplo, necesitamos establecer un área para un rebaño de 150 vacas, con 150 becerros (as); por lo mínimo, debe preparar 150 hectáreas con suficiente tiempo, para poder distribuir la semilla en la última fase del período seco (finales del mes de abril). Además, debe conocer los diferentes centros de distribución de semilla que garanticen la calidad en los parámetros de 90% de pureza, 40% de germinación y 36% de valor cultural. Valores mínimo de calidad para la Brachiaria Humidícola. Para la  Brachiaria decumbens y Brachiaria ruziziensis el valor cultural de be ser superior al 60%. En casos que la superficie a sembrar sea la unidad fisiográfica banco suelos ácidos se recurre a la mezcla de 3 kg/ha de Brachiaria Humidícola mas dos kg de Brachiaria decumbens o Brachiaria ruziziensis. Estas mezclan se recomiendan debido a que la Brachiaria Humidícola se hace progresiva la germinación  durante el período de lluvia y la maleza de hoja ancha tiende a dominar las nuevas plantas por competencia de luz y fertilidad del suelo. Mientras que la Brachiaria decumbens y la Brachiaria ruziziensis  a los tres días empiezan a germinar evitando en lo posible la proliferación de maleza. En caso, que la unidad fisiográfica es banco bajo y no se permita utilizar la mezcla, solo la Brachiaria Humidícola; es conveniente utilizar un herbicida como el gesaprin a dos kilogramos por hectáreas preemergente durante la siembra. En caso que no se encuentre el herbicida debe incrementar hasta cinco kilogramos por hectárea de la semilla de gramíneas a sembrar. La distribución de la semilla se debe realizar con un trompo fertilizador. Colocando una lámina de zinc liso en la base del trompo, haciendo un solo orificio en la lámina que coincida con el orificio de salida del trompo cola de pato y luego se ajusta dejando cierta flexibilidad para poder graduar la cantidad de semilla en distribuir por hectárea. Para graduar se coloca un peso determinado de la semilla o mezcla de semillas, en el trompo fertilizador, se verifica el ancho de cobertura, trabajando el toma fuerza de 500-600 rpm. Si el ancho de cobertura es de seis metros, se cortan dos varas de dos metros para cada mirero o banderero para guiar al tractorista desde el centro de la trocha del tractor dando tres varas, de tal manera que se distribuya la semilla por tres metros a cada lado de la trocha del tractor. Una vez verificado el ancho de cobertura; se mide un largo de 1000 metros. En tal sentido que el área de calibración seria el ancho de cobertura 6m por el largo 1000m. en este caso sería 6000m2 lo cual, si se va distribuir 5kg/ha de mezcla/ha el volumen a calibrar seria 3kg en 6000m2. la apertura del orificio para 5kg/ha de semilla es aproximado al diámetro de un lapicero. En caso que falte semilla para cubrir el área se cierra un poco el orificio y en caso que sobre semilla se abre un poco el orificio. Con este método se puede distribuir semillas en suelos sin obstáculos hasta 50ha, por jornadas de ocho horas. Es necesario; tapar la semilla para evitar ser devastados por los pájaros, hormigas y bachacos. Para esto se requiere de un rodillo compactador que debe ir siguiendo al trompo distribuidor. Para poder utilizar el área recién establecida, es cuando las gramíneas sembradas hayan botado la semilla y el sistema radical sea consolidado. Durante este tiempo se debe planificar la división de pastoreos en la 150 hectáreas por lo menos 15 potreros de 10 ha que puedan llegar a un área común: majada o rueda carreta que pueda tener un área de 3000m2, para garantizar suficiente ancho de llegada a los 15 potreros, sin formar embudos, que puedan formar peladeros a la puerta de llegada de la majada. Estas subdivisiones deben realizarse con el uso y manejo de la cerca eléctrica que sale muy económica el km. Con este subdivisión de las 150 hectáreas, le estamos garantizando oferta forrajera para 50 vacas con 150 becerros (as) en 15 potreros de 410 ha por potreros, dos días de ocupación 28 días de descanso, cada potrero tiene una frecuencia de uso de 13 veces el año, se ocupa 26 días y descansa cada potrero-año 339 días, con una carga animal en las 150 ha de 1,3 UA/ha-año y la carga animal instantánea de 20 unidades animales por hectáreas-día.

          De acuerdo con lo antes planteados se observa una de las alternativas que hacen que la oferta forrajera se mantenga en equilibrio en la época de lluvia y sequía, sin formar peladeros o sobre pastoreo a la vez economiza el número de bebederos y comederos tendiendo un paradero.

Amigo productor, si usted quiere observar este manejo puede llamarnos a los teléfonos señalados y lo podemos llevar a la finca donde se ha practicado este tipo de manejo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...